La resina dental se emplea para restaurar o reemplazar una parte del diente dañada. Se trata de un material muy estético puesto que su relleno es del mismo color de la pieza dental.
La sensibilidad en los dientes se debe a un desgaste en el esmalte que los recubre. Se manifiesta en forma de dolor cuando tomamos alimentos muy fríos o muy calientes.
Científicos de la Universidad de Granada trabajan en la creación de unos implantes capaces de frenar y revertir la pérdida de hueso maxilar. Se basan en unas membranas que estimulan el crecimiento de nuevo hueso de manera natural.